PARA CUANDO NO HAY TIEMPO [O GANAS] DE COCINAR…

En un mundo ideal, todos volvemos a nuestras casas, felices de una jornada laboral fructífera, descansamos un ratito en nuestras casas, nos calzamos un delantal, y nos ponemos manos a la obra para preparar deliciosos manjares que serán apreciados por todos los comensales. En un mundo ideal.

Pero a veces – sólo a veces- volvemos molidos, pateándonos las ojeras y arrastrando los brazos por la vereda, y miramos con odio las hornallas, y con más odio los imanes de delivery. Cerca de fin de año, en casa tenemos muchos de esos días.

Así que, en honor a que estamos arrancando los últimos dos meses del año y se nos vienen las corridas, pensé en pasarles una serie de platos que nos sacan del paso cuando estamos cansados pero no queremos atiborrarnos de comida comprada, y que no toman más de 15 minutos totales. Prometo que no.

Y a vos, hermana querida, que tanto te desespera la cocina cuando tengas que encargarte, quiero verte ponerlas en práctica.

Van una serie de ideas, y acepto las que tengan…!

  1. Verduras a la sartén: tomates des-semillados, cortados en cuartos, espárragos, fetas de zucchini, a la sartén todos juntos [sin encimar] directo con un chorro de aceite de oliva, a fuego fuerte hasta que estén dorados de ambos lados. Pimienta, hierbas frescas si las tienen, y otro chorrito de aceite de oliva para servir.
  2. Canapé completo: rodaja de pan grande [tostado si quieren], untada con poca mayonesa y poca mostaza, rodajas de queso, algún verde condimentado con aceto, arriba, tomatitos y semillas de girasol o zapallo. Pimienta y comer.
  3. Sopa miso con fideos de arroz finos: ollita con agua, un cubito de caldo y una cucharadita de miso, un puñado de fideos de arroz finos, y sopa lista en 10 minutos. Chorro de lima y puñado de cilantro picado si los tienen.
  4. Polenta con hierbas: Siguiendo las instrucciones del paquete, calentar la leche/agua con puerro o verdeo picado, una cucharadita de ghee y luego espolvorear la polenta y revolver hasta que esté lista. Cucharada de pesto, queso, hierbas frescas picadas y semillas de zapallo si las tienen.
  5. Ensalada de cous cous: hervir agua y echarla sobre cous cous [misma cantidad de cous cous que de agua], tapar un minuto, y después destapar y revolver. Mezclar con tomatitos, aceitunas, pepino cortado y verdeo.
  6. Crudités con salsitas: bastoncitos de zanahoria, apio o lo que quieran, con queso crema con ciboulette, o mayonesa con crema y curry, ketchup con queso crema, o guacamole. Para los temerosos de la cocina.
  7. Choclitos a la plancha con guacamole: Choclos cortados en tercios, a la plancha con manteca a fuego fuerte, y rotar para que estén dorados de todos los lados. Servir con palta pisada con limón, con toque de tabasco.
  8. Ensalada de sobras: Verdes, tomates, legumbres, aceitunas, semillas, hortalizas, alcaparras, pancitos, ravioles fríos, fideos… Casi nada queda fuera de una ensalada. El otro día le agregamos hasta cubitos de la tortilla que habíamos comido la noche anterior.
  9. Omelette: porque no podía quedar afuera. De espinaca, espárragos, hongos, queso, zucchini… Mezclar con huevos batidos, echar en la sartén, cocinar de un lado, doblar por la mitad y servir.

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